¡Hola! Esta semana me gustaría hablaros sobre una de las polémicas surgida en la popular fiesta de las Fallas de Valencia. La cuál viene dada por la siguiente falla, localizada en Borriana, municipio de la Comunidad Valenciana.
En ella se puede observar como primer protagonista a un hombre troglodita que está tirando de la ropa interior de una mujer. ¿Qué os parece?
La falla se ha llevado la crítica de colectivos feministas las cuales consideran intolerable este acto, ya que se está mostrando una agresión sexual y más aún en la situación en la que nos seguimos encontrando por desgracia las mujeres, donde las cifras de agresión sexual que sufrimos son desmesuradas. Además destacan que la mujer ni siquiera tiene una expresión de disgustada... Por último recalcan que están hartas de la continua cosificación que llevan soportando las mujeres.
Por otro lado, hay quienes apoyan esta obra y defienden que es una sátira, crítica hacia la falta de progreso, pero, ¿todo vale? ¿Dónde debemos fijar el límite de la libre expresión de lo que sea, cuando lo que expresa es de todo menos libre? También hace replantearme el hecho de qué y si, en vez de una mujer hubiera sido otra persona perteneciente a un colectivo ¿se normalizaría de la misma manera? Esto me incita a recordar un comentario que vi de una usuaria de Twitter en el que replicaba a aquellos que defendían la obra porque la consideraban una crítica exponiéndoles que si en caso de haber querido representar una crítica a la pedofilia hubieran puesto a un niño/a ¿lo verían de la misma manera?
Sinceramente, yo también considero de inoportuna esta obra, ya que las conductas machistas se adquieren por la educación que recibimos, y esta viene desde diversos ámbitos, como es esta obra donde se observa una violencia simbólica dándola por normalizada. Debemos ser conscientes de aquello que proyectamos en los demás y mucho más si se trata de escenificar la violencia sexual que sufrimos las mujeres, ya que aunque lo pretendas con una buena intención, ocasiona todo lo contrario.
Cuidemos a los más pequeños y evitemos que adquieran aquellas conductas y valores no deseados para la sociedad y para ello involucrémonos en la educación, solo así reduciremos la lacra de la sociedad.
Comentarios
Publicar un comentario